Episodio T3x23 – Y Parecía Fácil… Dialogar con la diversidad

Hoy entramos en este episodio desde esta calma cantando en la belleza. 

Y desde esta suavidad te preguntamos:

¿Cómo dialogas con tu diversidad interna y externa? ¿Qué te pasa cuando aparece lo diferente?

La dureza, rigidez e intolerancia que se nos atraganta a las personas con la diversidad como un sustrato sobre el que se asienta la urticaria que nos produce la diversidad. 

Cuando pensamos en diversidad parece que estamos pensando casi siempre en la diversidad con el afuera, la diversidad social con los otros o la diversidad con los ecosistemas. 

Y es que hablar de normalidad y de respetar o tolerar la diversidad ya habla del paradigma desde el que lo estamos haciendo. 

Pero es muy interesante que podamos poner el foco también en el primer estadio de diversidad con el que nos encontramos, que es con la propia diversidad interna. 

Y en este episodio profundizamos sobre ello, además de:

  • Qué ocurre en nuestro cerebro con lo diverso.
  • Los dos grandes mitos en relación con la diversidad interna.
  • La sobreidentificación dentro del paradigma complejo y la apertura de perspectiva como seres humanos multiidentitarios.

Extracto de la conversación

Qué sucede en nuestro cerebro con lo diferente

Y cuánto más cómodo para nuestro sistema nervioso es estar con lo conocido.

Porque se siente seguro. Todo el sistema se siente seguro. 

Es una manera obviamente de nuestro cerebro más primitivo, pero hasta tanto logremos seguir coevolucionando como humanidad, es lo que prima. 

Entonces, hay que hacer un trabajo consciente para poder desactivar esta parte más automática, más primitiva, más antigua, y evolucionar en la corteza. Ir hacia la corteza cerebral, que es la parte más moderna del cerebro, y darnos ese tiempo para entrar en relación con lo que es diferente sin sentirlo como una amenaza. 

Y es que, cuando pensamos en diversidad parece que estamos pensando casi siempre en la diversidad con el afuera, la diversidad social con los otros o la diversidad con los ecosistemas. 

Pero es muy interesante que podamos poner el foco también en la diversidad, como el primer estadio de diversidad con el que nos encontramos, que es con la propia diversidad interna. 

Entonces, este es como un primer punto también a tener en cuenta. Cuando hablamos de diversidad, poder empezar a mirar adentro antes de ver qué nos pasa con la diversidad afuera. Y cuando miramos adentro hay dos grandes mitos, yo creo, en relación con uno mismo. 

Los dos grandes mitos en relación con la diversidad interna

Mito 1: Somos simples

Este mito en realidad es un intento de huida, es un intento de escapar, seguramente porque a veces estamos tan dañados o tan dolidos que no podemos entrar justamente en la complejidad que somos como seres humanos.

Y hay que hacer una diferencia. 

Una cosa es la complejidad y otra cosa es la complicación. 

Hemos asumido que estos dos términos son iguales porque venimos de un paradigma mecanicista que lo que dice es:

“Vale, primero va esto, segundo va esto, tercero va esto. Y si todo esto, cada una de las partes está funcionando bien, todo tiene que funcionar bien. Y si no, hay que ir a la parte que funciona mal y corregirla.” 

Claro, este es un paradigma muy anticuado ya, que las comunidades ancestrales han intentado rebatir sin éxito hacia afuera porque no tenía jerarquía su voz y ahora por suerte la ciencia, que sí que tiene jerarquía en este lado del mundo, pues empieza a decir: 

“Oye, que esta gente tenía razón. Que era verdad lo que decían. Que es bastante más complejo. Y que esa idea de una cosa detrás de la otra se nos ocurrió a nosotros porque nos pareció ordenadito, pero que nada funciona así.”

Entonces, incluso antes de relacionarnos con el otro, sí miramos un poco para adentro nuestras dimensiones racionales, emocionales, espirituales. 

Es decir, hay una complejidad adentro nuestra que rompe el mito de “nosotros somos simples, el ser humano es simple, la vida es más simple, yo soy simple.” 

Y en el trabajo acompañando trauma, muchas veces lo que hemos visto, la mayoría de las veces, es que cuando el trauma está inconsciente y no procesado, menos capacidad tenemos de relacionarnos con esa propia complejidad. 

Entonces, tratamos de evitar la complejidad tratando de hacernos creer que nosotros somos simples en el fondo. 

Y con este enfoque de antes de mirar afuera y relacionarnos con el mundo, mirar adentro a la propia casa y ver lo que nos pasa, el segundo gran mito, en mi opinión, en relación con uno mismo, con quien soy yo, es esta cosa en la que nos hemos socializado de que 

Mito 2: Yo soy uno. Me vivo como uno y soy uno

Y esto, que es una creencia y no una realidad, ignora por completo la extraordinaria capacidad que tenemos como seres humanos de vivirnos en roles diferentes.

Es verdad que a veces nos sobreidentificamos con alguno de esos roles, porque es lo que se nos pide. 

Porque no estamos en una sociedad que tenga un paradigma complejo y que permita esa complejidad y ese movimiento libre en alguien. 

De hecho, bastaría hablar de la cantidad de colectivos que han luchado por su identidad, porque se reconociera su identidad como algo móvil también.

Y en la realidad de quiénes somos los seres humanos, quién es uno mismo, estaría muy bien que empezáramos a considerar y a abrir esa perspectiva, tomando en cuenta que nosotros como seres humanos somos seres multiidentitarios.

P.D. RECORDATORIO: esto es tan solo un pequeño extracto de nuestra conversación. Puedes escuchar el episodio al completo en la parte superior de esta misma página o en cualquiera de estas plataformas de pódcast: Spotify, iVoox, Apple Podcasts o YouTube

Recursos mencionados

  • Voz introducción: Eva Guillamón. Actriz, docente, intelectual, fotógrafa, cantante y escritora. En su ecosistema se imponen la música y la poesía, sea como se llame la profesión que se apoya por igual en el canto y la palabra. Puedes conocerla mejor en su Instagram y su web
  • Música: Francisco J. Hernández. Biólogo y artista plástico con una reconocida carrera en el campo de la Ilustración científica y de naturaleza. Músico de corazón, indígena asombrado del siglo XXI y, sobre todo, un hermoso hombre árbol. Puedes conocerlo mejor en su Instagram y su web

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